Cómo citar:
Garrido-Lora, M. (2025). El poder de la persuasión a través de la información y la propaganda. La prensa europea durante la II Guerra Mundial. Cuadernos del Audiovisual del Consejo Audiovisual de Andalucía, (13), 168-171. https://doi.org/10.62269/cavcaa.XX
El poder de la persuasión a través de la información y la propaganda.
La prensa europea durante la II Guerra Mundial
The power of persuasion through information and propaganda.
The European press during World War II
Manuel Garrido-Lora
Universidad de Sevilla
mgarri@us.es https://orcid.org/0000-0002-3614-0545
Resumen: La obra La prensa europea en guerra (1939-1945). Clandestinos, colaboracionistas y agentes dobles (Ediciones Alfar, 2024), de Antonio Checa Godoy, supone, probablemente, la más completa aportación al papel de la prensa durante la II Guerra Mundial. Evidentemente, son muchos los estudios publicados sobre este asunto, pero el mérito del texto de Checa es su afán por abarcar en su estudio prácticamente todo el territorio ocupado o controlado por el III Reich en tan nefasta contienda, más de treinta países de la Europa continental, y esto lo hace especialmente valioso. Es un libro que admite muchas lecturas y lectores posibles, pues resulta de interés para los sesudos investigadores universitarios, que encontrarán bien organizados una cantidad ingente de datos sobre diarios y periodistas del momento, pero también cobra valor divulgativo para el público en general, quien puede entender mejor con absoluto rigor y detalle tan dramático episodio de la historia humana.
Palabras clave: II Guerra Mundial; III Reich; Europa; periodismo; prensa; propaganda.
Abstract: The book The European press at war (1939-1945). Clandestines, collaborationists and double agents (Ediciones Alfar, 2024), by Antonio Checa Godoy, is probably the most complete contribution to the role of the press during World War II. Obviously, there are many studies published on this subject, but the merit of Checa’s text is its desire to cover in its study practically all the territory occupied or controlled by the Third Reich in such a disastrous conflict, more than 30 countries in continental Europe, and this makes it especially valuable. It is a book that allows for many readings and possible readers, as it is of interest to thoughtful university researchers, who will find a huge amount of data on newspapers and journalists of the moment well organized, but it also gains informative value for the general public, who can better understand with absolute rigor and detail such a dramatic episode in human history.
Keywords: Europe; journalism; press; propaganda; Reich III; World War II.
El libro La prensa europea en guerra (1939-1945). Clandestinos, colaboracionistas y agentes dobles, de Antonio Checa Godoy, fue publicado en mayo de 2024 en una primera y cuidada edición por Ediciones Alfar en Sevilla (España). Nos centramos primeramente en la obra. Sensorialmente, lo primero que llama la atención del libro es su volumen (689 páginas), y una interesante portada, donde encontramos un título descriptivo (La prensa europea en guerra [1939-1945]) que nos conduce a un sugerente subtítulo (Clandestinos, colaboracionistas y agentes dobles). Unas gafas plegadas, una máquina de escribir de las primeras décadas del siglo XX y varias portadas de diarios sirven de ilustración y antesala de lo que puede encontrar en su interior el lector interesado.
Es un libro que sabe aunar el rigor de la investigación académica con el estilo periodístico y el pulso de la narración histórica. No es solo un libro sobre la prensa escrita europea entre 1939 y 1945, con especial interés por la clandestina, la oculta, la perseguida… durante la mayor guerra que ha conocido la humanidad. Es también un libro sobre la historia de la Europa del siglo XX, sobre el horror de la guerra, sobre el mal, sobre muchas más cosas, porque su autor, como en algunas de sus anteriores obras, se ha aproximado al fenómeno con el afán de cubrir al máximo el conocimiento sobre el devenir de la prensa diaria durante este periodo histórico. Y no deja de ser llamativo que, habiendo tantos libros sobre este momento histórico, no se conozca referencia semejante sobre esta cuestión de manera global, como bien apunta la profesora Carmen Espejo-Cala en un brillante Prólogo a la obra aquí reseñada. En muchos aspectos, cada libro de Checa Godoy viene a cubrir una necesidad que el autor ha sabido apreciar.
Formalmente, es un libro minuciosamente estructurado. Tras el mencionado prólogo o la introducción realizada por el propio autor, encontramos algunos apartados ya casi imposibles de encontrar en las ediciones actuales, como un utilísimo índice onomástico o un exhaustivo apartado de fuentes y referencias clasificadas por criterios prioritariamente geográficos. El resto del cuerpo del texto se organiza, de manera inteligente, por inteligible, con un capítulo generalista dedicado al periodo prebélico y bélico, otro específico para la Europa ocupada, uno más para la Europa controlada, y finalmente, dos estudios singulares, uno sobre Finlandia y otro sobre la prensa judía. Veámoslo más detenidamente. En el primer capítulo (Una prensa sin libertad en tiempo de extremos) se refleja de manera muy certera la progresiva pérdida de libertades informativas y el fortalecimiento de las censuras desde la década previa al estallido del conflicto bélico hasta la finalización del mismo, especialmente con el auge de los totalitarismos y radicalismos en numerosos países europeos, sobre todo en Alemania. Es, sin duda, un capítulo clave para entender dos aspectos. Por un lado, el caldo de cultivo político y social que inexorablemente condujo a la guerra: «En un contexto internacional crispado, pesimista, propicio a todo tipo de autoritarismos —también fuera de Europa—, la prensa está a la defensiva. El estallido de la guerra multiplicará los problemas» (p. 20). Y por otro, el difícil ejercicio de la profesión periodística en Europa en este periodo histórico. A través de sus páginas, el autor nos va introduciendo en un proceso en el que, incluso mucho antes de la guerra, la censura y la autocensura se instalan en la prensa europea, muchos periodistas se exilian y otros directamente colaboran con los nuevos poderosos. Por supuesto, el estallido de la guerra y la ocupación de territorios acabará por configurar un panorama desolador caracterizado por la usurpación, el nacimiento o la desaparición de diarios, la férrea censura, la inserción obligada de contenidos, el exilio, la cárcel, la tortura y, por supuesto, la muerte de muchos de aquellos que intentaron difundir libremente los contenidos informativos y propagandísticos. El libro refleja también el heroísmo de aquellos que fueron capaces de dar luz a unos diez mil títulos de prensa clandestina, clasificada por Checa en siete modelos o tipos de especial utilidad para los académicos y estudiantes: la clandestina propiamente dicha, la insurgente, la creada por prisioneros, la importada, la interna, la falsa prensa clandestina y la falsa prensa oficial.
El detalle de lo anterior se refleja exhaustivamente en los dos siguientes capítulos. De este modo, el segundo capítulo (La Europa ocupada), de más de quinientas páginas, se centra en el devenir de la prensa durante la II Guerra Mundial en Alemania y en los países ocupados y afectos, como Francia, Italia, Polonia, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Dinamarca, Noruega, etc. Y el tercer capítulo hace lo propio con La Europa controlada (así se rotula este apartado del libro), describiéndose pormenorizadamente la evolución del fenómeno en Yugoslavia, Albania, Grecia, Bulgaria, Rumanía, Moldavia, Ucrania o Bielorrusia. Como se ha comentado anteriormente, la obra finaliza con dos estudios de caso que conforman los dos últimos capítulos, uno geográfico centrado en Finlandia, sin duda, debido a la singularidad de un territorio donde acontecen tres guerras en este periodo y acaba teniendo un papel destacado en el desarrollo del conflicto; y otro focalizado en la prensa judía, un cautivador capítulo que establece un recorrido histórico de la misma desde las persecuciones previas al conflicto hasta las meritorias piezas informativas creadas en los guetos e incluso en los campos de concentración.
En el conjunto de la obra, debe valorarse especialmente el esfuerzo del autor por prestar atención a todos los tipos de publicaciones del momento. Desde los diarios más afianzados e históricos a los más precarios y efímeros, pero también desfilan por sus páginas los semanarios o las revistas más diversas, incluso los pasquines, todo encuentra un cierto lugar en este libro. Así, son continuas las referencias a las revistas de cultura, educación, ciencia, turismo, gastronomía e, incluso, a una prestigiosa revista de ajedrez, Szachista («El ajedrecista»), en el capítulo que dedica a Ucrania. No obstante lo anterior, y como es lógico, el autor se centra especialmente en la prensa de contenido político y social.
Además de la historia de los medios periodísticos europeos en la II Guerra Mundial, en el libro están también las historias de los redactores. Desde los más afamados periodistas e intelectuales europeos del momento a quienes de manera anónima arriesgaban su vida —lo único que les quedaba en ocasiones— por la defensa de la libertad de expresión y la difusión de sus ideales. Es un libro lleno de grandes y pequeñas historias de periodistas, y de anécdotas muy singulares, como la de aquel periodista encarcelado en el París ocupado por escribir Mein Krampf («Mi estupidez») en vez de Mein Kampf («Mi lucha») (p. 99). Pero también se acerca a lo pequeño y periférico con idéntico interés, y ello explica las páginas dedicadas a la prensa en las islas Feroe o en las islas del Canal de la Mancha, Jersey y Guernsey, con un nivel de detalle inaudito, como cuando nos cuenta el devenir del diario The Evening Post, «un clásico periódico familiar, con Arthur Harrison, padre, y desde 1944 su hijo, al frente como directores propietarios. En junio de 1940, los Harrison deciden seguir y someterse a la férrea censura germana. Pronto llegarán otras dependencias, como la de imprimir en sus talleres, los mejores de la isla, el órgano de sus ocupantes» (p. 387), y así todo el libro. De este modo, el autor, sin abandonar el rigor científico, sabe contar pequeñas historias que dan color al relato de los acontecimientos, como la del jovencísimo periodista Isaac Kowalski, que redacta e imprime un diario en el gueto de Vilna, y huye con su imprenta a cuestas para seguir publicando el periódico escondido en los bosques cercanos (p. 589). De algún modo, este libro es también, salvando su contenido dramático, un viaje por Europa, un recorrido por las distintas regiones y ciudades europeas a través de los periódicos y los periodistas de la época.
Estamos probablemente ante una de las más sólidas obras escritas por el historiador de la comunicación Antonio Checa Godoy (Jaén, 1946), profesor jubilado de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla, de la que ha sido decano. Checa ha ejercido el periodismo durante años, dirigiendo diarios como Diario de Granada, El Adelanto o Huelva Información. Es un autor muy prolífico, especialmente de libros, aunque ha cultivado todos los géneros, tanto en el ámbito científico como el periodístico o divulgativo. Sería difícil recoger aquí toda su producción editada, pero puede decirse que se ha interesado especialmente por la historia de la Transición en Andalucía y la historia del periodismo —este libro responde a este ímpetu— y de la comunicación en general, con especial cariño por la publicidad —y el cartel publicitario dentro de ella— y por la radio. También es un gran autor de libros de viajes e incluso de gastronomía. Y tampoco puede olvidarse su trayectoria como articulista, coordinador de la Enciclopedia General de Andalucía, presidente del Consejo Audiovisual de Andalucía, presidente de la Asociación de Historiadores de la Comunicación, etc. A través de este último libro, el autor, desnudo de pretenciosidad a pesar del enorme trabajo presentado, se muestra sensible con las personas, las cosas y los lugares de los que escribe, respetuoso con todo el ecosistema al que se acerca para investigar y dar a conocer.
En apenas quince años, estaremos haciendo memoria pública del comienzo de la II Guerra Mundial. Se habrá cumplido un siglo ya desde el principio del más desastroso conflicto bélico que ha conocido nuestro planeta. La lectura de este libro de Antonio Checa deja entre líneas la sensación de que todo puede repetirse. Muchos de los elementos que se reflejan en el momento histórico de la obra pueden encontrarse en la sociedad actual. En esto, el capítulo dedicado a Ucrania es digno ejemplo. Una prensa libre, diversa y respetada es el mejor signo de la salud democrática de las sociedades. Entonces y ahora. Siempre. Ojalá dentro de un siglo podamos decir —bueno, podrán decir— que el caldo de cultivo actual no nos conduce a la sinrazón. Ojalá para entonces también siga habiendo libros.
Antonio Checa Godoy
La prensa europea en guerra (1939-1945). Clandestinos, colaboracionistas y agentes dobles
Ediciones Alfar, 2024, 689 pp.
ISBN: 978-84-789-8993-5